martes, 27 de noviembre de 2012

No fue tan HERMOSO HACER un PUENTE...

Proveniente de San Martín de Tucumán, Gabriel Puentedura llegó a River a mediados de 1982 y le tocó debutar en la Copa Libertadores de ese año, frente al The Strongest en Bolivia. Los Millonarios –dirigidos por Vladislao Cap- empezaron mal ese torneo continental: no sólo se perdió 1 a 0 en el campo de juego, sino también afuera ya que algunos de sus jugadores se vieron afectados por la altura. Enzo Bullery, por ejemplo, se desmayó ni bien bajó del avión y a último momento fue reemplazo por Carlos Tapia. Durante el segundo tiempo del encuentro se lo vio caído a Ubaldo Fillol, que estaba cumpliendo un buen papel. Se creyó que era una lesión, pero nadie lo había golpeado. Estaba mareado y tuvo que salir, ingresando el arquero tucumano que largó con una aceptable performance.
Poco tiempo después debutó oficialmente en el torneo Metropoliano, cuando River viajó con los suplentes a Córdoba y perdió por la mínima diferencia ante Talleres. Puentedura anduvo muy bien esa tarde.
El cuadro rojiblanco había avanzado en el torneo continental y ahí Puentedura tuvo su prueba de fuego. En el marco del primer cotejo por semifinales contra el Flamengo en el Monumental, se vivía un clima de mucha expectativa. Se habían vendido casi todas las entradas. Un humilde River –que ya no contaba con los formidables planteles de la época de Angelito- quería pasar la línea del cuadro brasileño y de Peñarol –sus dos rivales en el grupo- para acceder a la final de la Copa. Pero un día antes del partido, Fillol se fracturó la clavícula en una práctica. Fue una baja fundamental y se sintió. Inquietud y angustia en el público millonario: Puentedura pasó a ser el centro de las miradas. “Tu-cu-mano, Tu-cu-mano” lo alentó la hinchada cuando ingresó al campo de juego. Y Puentedura respondió. Tuvo una correcta actuación, a pesar del 0-3 final. Salvó a River de más goles (tuvo cierta culpa en uno) pero la gente lo aplaudió.
Volvió al arco en el campeonato local atajando de manera correcta, la noche que con la Reserva se empató en Velez 1 a 1 contra Platense. Se hizo un minuto de silencio por el fallecimiento del “Polaco” Cap. El plantel pasaba a ser dirigido por Jorge Vázquez. Atajó en forma regular, asimismo, la tarde que N. O. Boys venció a la “Banda roja” por 2 a 0 en el Parque Independencia.
Mientras, siguió siendo titular en la Libertadores por la lesión del “Pato”. Pero lo peor estaba por venir. La fue a buscar cuatro veces adentro la noche que Peñarol repitió un resultado histórico (4 a 2, esta vez en casa) y a los pocos días, por el Metropolitano, tres veces más la tarde que River cayó ante Argentinos Juniors por 3 a 1 en cotejo jugado en La Paternal.
Le hizo otros cuatro Flamengo en Brasil (también 4-2 fue el resultado final) y cerró su participación en la Copa cayendo 2-1 frente a Peñarol, esta vez en Montevideo. A todo esto, River era un caos. Eliminados del ansiado certamen americano y con una muy floja campaña en el torneo local. Muchos problemas institucionales y un agudo conflicto entre la “barra brava” y la dirigencia.
Se le ganó a Racing 3 a 0 y Puentedura se recuperó; volvió a estar flojo la noche que Quilmas logró la victoria por 3 a 2, lo mismo que cuando tuvo lugar otro triunfo en el Liberti a Unión por 2 a 1. Fue otra vez un “espanto” su tarea (como la de todo el equipo) cuando River cayó 3 a 1 con Velez en Liniers y volvió a tener un nivel aceptable cuando se obtuvieron los dos puntos (2 a 1) frente a Talleres de Córdoba, la tarde que Labruna volvió a River como DT de los cordobeses y el público local pidió su regreso a Núñez. “Vamos los Millos / que tenemos que ganar / que Labruna / que Labruna volverá!”.
En la Docta “no anduvo” cuando se perdió ante Racing de esa provincia por 1 a 0 (a pesar que le atajó un penal a Gasparini), tampoco en la derrota 1-2 con Huracán en el Monumental y recién mejoró su desempeño en el marco de la victoria 1 a 0 a Central en Rosario.
Fue entonces cuando se recuperó Fillol y volvió a la titularidad. El hombre nacido en San Miguel de Tucumán eecién retornó a cuidar los tres palos en la última fecha del “Metro”, en aceptable tarea en el contexto de la igualdad 2 a 2 con N. O. Boys. El campeón era Estudiantes y River terminaba en la mitad de tabla. Puentedura, por su parte, terminaba el año como el Millonario: desentonando… En el torneo organizado por la Confederación Sudamericana de Fútbol, le habían hecho trece goles en cuatro partidos.
El año 83 lo empezó de manera correcta. Por el Nacional, empate 1 a 1 con Chicago en Huracán, luego bajó su producción en la derrota 1-2 frente a los de Mataderos en River, y levantó en la igualdad sin abrir el marcador con Loma Negra en Olavarría. Ya no volvería al arco durante ese torneo: Fillol regresaba después de uno de sus tantos conflictos con los directivos…
En el Metropolitano 83 tuvo más continuidad. Empezó atajando bien la primera fecha, en la victoria 2 a 1 ante Central en Núñez. Enseguida se desató el largo conflicto que los jugadores tuvieron con la dirigencia del club. Cuando volvieron los titulares contra N. O. Boys en el Monumental tuvo una correcta labor, la tarde que los hinchas millonarios le gritaron de todo menos bonitos a sus jugadores…
A la fecha siguiente (empate 2 a 2 con Estudiantes en La Plata) debutó Sergio Goycochea, ya que Puentedura se había lesionado. El “Vasco” empezó a rendir muy bien, dentro de un equipo en pronunciada declinación. Volvió el tucumano en la derrota 1-2 con Boca atajando en buena forma, pero cayó su nivel en la victoria 1-0 frente a Racing también como locales. Tuvo un papel aceptable la tarde que se perdió 2 a 1 con Central en Rosario –cuando falleció el delantero Oscar Trossero, tras el cotejo-, volvió a atajar en forma discreta en la victoria contra Platense por 3 a 1 en el Monumental, lo mismo que en la nueva derrota contra los “xeneises” (esta vez en Velez por 1 a 0) y fue correcta su actuación en la caída contra Ferro 1 a 0. Había sido el último partido de José Varacka (quien había reemplazado a “Pistola” Vázquez) como técnico; asumía entonces otro ex jugador del club: Jorge Dominichi.
Debutó con un triunfo el nuevo entrenador (1 a 0 contra Huracán) y Puentedura tuvo un flojo nivel, pero volvió a responder acertadamente en Córdoba pese a la derrota por 3 a 0 ante Instituto: salvó a River de una goleada aún más categórica. Volvió a trabajar mucho y bien en el empate 1 a 1 ante Unión en Santa Fe, decayó en la igualdad 3 a 3 con San Lorenzo como locales y se recuperó la noche que River le ganó a Racing de Córdoba por 3 a 2 como visitante. A la fecha siguiente, volvio al arco Sergio Goicoechea. Y eso fue todo para Puentedura. En River se venía un cambio de autoridades y el tucumano seguiría luego su paso por Platense y otros clubes más, entre ellos Huracán.
Lo suyo en River tuvo algunos buenos momentos; le tocó una época difícil con un plantel desmantelado por una equivocada política de compra y venta de jugadores, con serios problemas económico-financieros matizados por mutuas acusaciones entre oficialismo y oposición y por irritantes conflictos con los futbolistas. Era un River que se salvó del descenso en el 83 por el promedio, castigado por la indiferencia de su público. El nivel de Puentedura no era para la entidad de Núñez. El “Tu-cu-mano, tu-cu-mano!” de la hinchada duró tan sólo una noche…